martes, 21 de junio de 2011

Renacer despues del túnel

y..... miré para atrás, y, ví mi cansancio, sentí mi fatiga...
cuando ya no creía en posibilidad alguna del cambio en mi vida, observando en el tiempo... todo lo inútil del viaje a través de mis mundos.... ví que en mi mente todo  se desvanecía, cuando de pronto ante el   apuntar claro de mi vida, encontró la respuesta,  inesperadamente, surgió la Confianza!

La lealtad de mi ser, con mi ser, era la señal, del cruce hacia mi real mundo. Mi primordial mundo.
 El mio sin copia de nadie.

 Mujeres del mundo, su misión, Es: La sumisión hacia si mismas, en si mismas, consigo mismas. Explorarse, mirarse con sencillez y sin miedo, confiar en su  mente, mirar que los mundos internos son la posibilidad de re-encontrarse con quien verdaderamente eres;  Estos mundos son ellos la herramienta para  ver y observar su belleza.
La  Hermosa  Grandeza de ser mujer, femenina, con dulce confianza de aportar femeneidad, magestuosa a la preciosa actividad  masculina.

Se nació con el miedo a padecer el dolor, y se vivió en medio de él, con él.
 Se compartió la vida con este dolor, él vivió en mi, con  mis fracasos y disfortunas, él,  vivio mis aislamientos mentales emocionales,  y la  soledad fue mi no grata compañía;  viví conmigo, sin mi, sin yo consciente de él.  sin  que yo supiera que adentro de mi,  él, era quien me acompañaba; lo presentía si, más, no sentía el sentir claro  de si mismo, en mi,  porque.... yo no lo sabía, no lo  conocía.

No  me era consciente, lo llamé dolor, así lo entendí,  vivió mis temores en todo y  ante todo, y todos, ante la duda de mi conocimiento, vivió mis vergüenzas de ser  dentro de mi,  lo reprobable. , lo desconocido,  vivió conmigo, mis absurdas de siempre, oscuras emociones.

 El fue sin yo saberlo, mi otro yo, mi esposo interno, viví con él, sin que yo comprendiera el  por qué... mujeres.....  teníamos que vivir lo duro de experimentarlo en el  adentro sin conocerlo, sin saberlo.... siquiera.

Hasta que de tanto sentirlo, la vida empujó  desde él,  para  que en  la investigación de mi misma comprendiéra que él,   mi otro yo, mi dolor,  por su naturaleza misma,  me requeriría  y fustigaría en sufrimiento,  hasta tanto, yo no voltiara mi faz y me permitiéra, el  mirarlo, el  observarlo, hasta  lograr  volverme unión  empática con él.
Ahora ya se, que todo este sufrimiento  ha acarreado todas nuestras pérdidas en el afuera.

Ya se , en este mi cuerpo mismo, que de tanto sentirlo, sin saberlo,  la vida me mantenía  aprisionada,  me  oprimía tanto..... tanto, que mi  corazón padecía  tristeza... con tal agonía, que no me di cuenta de que  desde siempre sentía que de la vida mi ser se desprendía.

 y acosó el sufrimiento, y la desolación hizo sus danzas,  el apego al sufrimiento,  no me  proporcionaba alegría, todo en el , y con el, era sin retrocesos.
 Pero llegó el día en que de tanto explorar las dolencias, pude  diagnosticarlas,  clarificarlas, ver que ellas eran la causación del pasado,  convertido en consecuencia,  este otro yo que me habita era mi consecuencia.


Cuando la  claridad mental surgió, nos dimos cuenta en si mismos de que ya era  el tiempo de la comprensión  en el afuera, y en el adentro integralmente.  y nos vimos juntos el y yo, unidos por el  fluido lastre del   tiempo,  libres.
 ahora tratamos entonces de recoger los frutos que esto implicó. Podíamos  ver, juntos en un sólo yo, lo que era tener  la maravillosa consciencia de poder reconocernos  mutuamente.  Lo  magnifico de Re/conocerlo fue verme. verme con él, viendo que él me veía, nos veíamos  gozosos  fuera del túnel.


Sin que lo conozcamos  a él,  lo invisible de nuestro ser pero por ello no sentido, es imposible conocer la posibilidad del esposo genuino en el externo,  o visceversa,  preciosa actividad masculina en el afuera.
Es  esto lo que enseño a todas mis mujeres del mundo!! y a todos los hombres que deseosos de conocer quepasa con ellos en el interior recurren a mi experincia.